Las palomas silvestres cuya especie los humanos hemos transformado en domésticas y consideradas como animales benéficos por una buena parte de la población, son sin embargo el ave plaga más peligrosa para el ser humano. Desde un punto de vista sanitario, son las causantes de la transmisión de numerosas enfermedades por la capacidad de reproducción que poseen y el deterioro del medio ambiente que provocan.
En el barrio de El Fontanal y concretamente en la calle Francisco de Ariño y calle Niña, existen dos edificios, uno abandonado y el otro en estado de ruina, ambos dando a las dos calles mencionadas que se han convertido en el hábitat perfecto para la proliferación de estas aves.
Expuesto todo lo anterior, consideramos, que se debería de controlar a los individuos de esta especie dada en estas áreas delimitadas, por los métodos conjuntos de Captura y Exclusión-repelentes, consiguiendo por captura reducir drásticamente el número excesivo de individuos existentes en la actualidad, y por el segundo método evitar el retorno a las zonas conflictivas donde se reproducen con facilidad.
Francisco Walls Albarrán.
Calle Arroyo, nº 97. Sevilla.
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El día 7-9-10 ONDA CERO en el programa SEVILLA EN LA ONDA trató el tema de las palomas en Sevilla. Lo presentaron de forma parecida al diario EL CORREO hace unos días, la noticia es la división de opiniones entre defensores de los animales y los vecinos que nos quejamos del palomar que tenemos pegadito a casa. De momento, ya va mal el planteamiento. A uno pueden gustarle poco o mucho - o muchísimo, o nada- los animales, pero eso no quita que resulte molesto las meadas de los perros -por ejemplo- o que se caguen los palomos donde te toca a tí limpiarlo. El problema no es por tanto los animales, sino las personas, y en este punto, entramos en lo que se llama la TENENCIA DE ANIMALES. Los problemas los causan los dueños, con lo cual los ecologistas y animalistas se equivocan: las quejas vecinales tienen la raíz en el INCUMPLIMIENTO DE LAS ORDENANZAS DE TENENCIA DE ANIMALES, o lo que es peor, en el poco o nulo interés de LAS AUTORIDADES en su DEBER DE VIGILANCIA; también en la mediocre “calidad” de ordenanzas y leyes de rango superior. En el caso de las palomas el problema aumenta por su condición de animales semisalvajes, o al menos, libres y sin dueño, y aquí empiezan las galimatías y las pocas ganas de resolver el problema desde la administración incompetente, que por cierto, dice la Junta de Andalucía que son los Ayuntamientos.
ResponderEliminarLos vecinos que ejercemos un derecho tan democrático como quejarnos por las molestias que causan las CONDUCTAS NEGLIGENTES O LAS INFRACCIONES de otras personas, al estar los animales de por medio, ya sin más somos “los malos” de esta película, en la que los “buenos” son las personas encargadas de dar la comida a los pájaros cerca del palomar, para que los animalitos no se cansen volando a buscar comida ...en la Vega de Carmona, por ejemplo. Los buenos también son los grupos ecologistas que les dan cobertura jurídica, y se ocupan de proponer a la administración soluciones para el control de la población sin privar a las personas antes referidas de ese placer de echarle de comer pan, trigo, arroz, y otros restos de comida, pese a que esto, está comprobado que es insostenible: con mucha comida hay muchas crías y la necesidad de eliminar el excedente.
Así las cosas se explica que algunos medios de comunicación se acerquen a nosotros buscando al enemigo, a los culpables de que los amantes de las palomas no puedan disfrutar de su jobi tranquilamente. En el siguiente comentario escribo el mensaje que envié a ONDA CERO, por la entrevista que me hicieron como portavoz de plagapalomas.
antonio gonzalez
"el ave plaga más peligrosa para el ser humano"
ResponderEliminar!!!??? PERO QUE ABSURDO!!
La plaga más peligrosa para los animales en general (incluso los seres humanos) son los hombres mismos.
Cuantos casos de personas muertas por alguna enfermedad transmitida por una palomana conoces?
Seguramente ninguna.
Deja de mentir, psicópata, que las palomas no hacen daño y solo aportan belleza y vivacidad a las ciudades y a las personas que saben apreciarlas.